La Escuela Superior de Enfermería de Coímbra (ESEnfC) y la Universidad de Aveiro (UA) participan en un consorcio europeo que reúne a investigadores y profesionales del área de la salud con el objetivo de desarrollar e implementar medidas y herramientas para ayudar a enfrentarse al problema de la fragilidad de los ancianos en Europa.
João Alves Apóstolo (profesor coordinador de la ESEnfC) y Silvina Santana (profesora asociada con agregación de la UA) son los rostros de las instituciones portuguesas que colaboran en este proyecto y que se suman a ocho organizaciones más de otros cinco países europeos, además de Portugal, también Italia, Polonia, España, Países Bajos y Reino Unido.
El proyecto FOCUS (http://focus-aha.eu/) es una iniciativa con un valor de casi 2,4 millones de euros, cofinanciada por la Comisión Europea (Programa de Salud de la Unión Europea 2014-2020) y que comenzó en mayo de 2015.
El principal objetivo del proyecto es mejorar los métodos en uso en Europa para detectar, evaluar y gestionar la fragilidad en los ciudadanos de la tercera edad, incluido lo que concierne a marcadores biológicos y clínicos, así como a privilegiar su prevención y evitar la necesidad de intervenir en fases avanzadas y, muchas veces, irreversibles cuando el problema ya está profundamente instalado.
La ESEnfC lidera los procesos científicos de síntesis de la mejor evidencia internacional relativa a la calidad de los instrumentos para evaluar la fragilidad en el anciano y a la eficacia de las intervenciones para la prefragilidad y la fragilidad en los ancianos.
La UA, además de participar en el componente científico y en la evaluación de los resultados del proyecto FOCUS, es responsable de la difusión de los objetivos, procesos y resultados del proyecto entre todas las audiencias identificadas en Europa, incluidos ciudadanos, profesionales sanitarios, investigadores, responsables y empresarios en sectores directa o indirectamente implicados.
El consorcio FOCUS está trabajando para integrar el conocimiento disponible en la comunidad científica en relación a las herramientas de monitorización de la fragilidad en la población anciana y la eficiencia de las intervenciones relacionadas con los estilos de vida y la atención a los ancianos con una salud débil. Grupos de ciudadanos ancianos en varios países europeos participan también en este trabajo y contribuyen con sus experiencias de primera mano y sus puntos de vista acerca de la forma como la evaluación, la prevención y la intervención en la fragilidad ha ocurrido en los diferentes países.
Desarrollar herramientas para ayudar a los profesionales en el terreno
El objetivo del proyecto FOCUS es desarrollar herramientas que puedan ayudar a todos los profesionales en el terreno, desde a aquellos que planean servicios y cuidados de salud para ciudadanos debilitados hasta a los profesionales sanitarios que los siguen y tratan.
El consorcio FOCUS se esfuerza también por garantizar la adopción a larga escala de esas herramientas. Ya se están desarrollando dos plataformas electrónicas accesibles a través de la web con la colaboración de todas las partes interesadas, incluidos los ciudadanos ancianos y sus cuidadores: la Plataforma para compartir el conocimiento y la Plataforma de apoyo a la Red FOCUS.
El proyecto FOCUS es una consecuencia directa del trabajo desarrollado por la Asociación Europea para la Innovación en el área del Envejecimiento Activo y Sano - European Innovation Partnership on Active and Healthy Ageing (EIPAHA) y apoya el trabajo desarrollado por todos sus miembros, que tiene como objetivo aumentar, hasta 2020, la esperanza de vida de los europeos en condiciones de buena salud en dos años y contribuir así a la sostenibilidad de los sistemas de salud y social. Las herramientas y el conocimiento desarrollado en el ámbito del proyecto FOCUS se pondrán a disposición de todos los miembros de la EIPAHA, garantizando así un efecto multiplicador del esfuerzo colectivo que se está desarrollando con el objetivo de aliviar los efectos adversos de la fragilidad en el ciudadano anciano.
Sobre la fragilidad
La fragilidad es un estado de gran vulnerabilidad que se asocia frecuentemente con el envejecimiento, que muchas veces tiene resultados adversos para la salud, como caídas, hospitalización, cada vez más dependencia en actividades de la vida diaria e incluso la muerte. Las personas frágiles muestran, con frecuencia, señales de flaqueza muscular y pérdida de músculo, acentuada pérdida de peso y falta de energía, muchas veces acompañadas de falta de cuidado de sí mismo, poca participación en actividades sociales y aislamiento. El aislamiento social puede contribuir, por sí solo, al deterioro del estado de salud. Con el creciente envejecimiento de la población europea y si no se realizan esfuerzos organizados para enfrentarse al problema, se producirá un aumento de la utilización de servicios de salud y sociales y de encargos para las familias y para la sociedad como un todo.
Los efectos de la fragilidad en el anciano pueden ser devastadores para el individuo y tener costes muy elevados para la sociedad. La buena noticia es que, en gran medida, la fragilidad es un estado que se puede prevenir y revertir. La mejor estrategia y la prevención es a través de la adopción de estilos de vida sanos, tales como practicar actividad física, dejar de fumar, tener una alimentación sana, dormir bien, participar en actividades sociales e implicarse en la vida de la comunidad. La adopción de estilos de vida sanos puede ser la llave para evitar la debilidad en la edad avanzada o revertir el proceso de enflaquecimiento cuando la fragilidad ya está instalada. A veces, es necesaria la ayuda de medicamentos y suplementos prescritos por un profesional de la salud.
Además de la UA y de la ESEnfC, participan en el proyecto FOCUS la Universidad de Valencia (España), que coordina el proyecto, el instituto Roessingh Research and Development (Holanda), la ESAM (Estudios de Software Avanzado y Mantenimiento de Tecnología, Sociedad Limitada) (España), la everis Spain SLU (España), la Fundación IRCCS CA’ Granda - Ospedale Maggiore Policlinico (Italia), el Instituto de Investigación Farmacológica Mario Negri (Italia), la Universidad Médica de Breslavia (Polonia) y la Universidad de Aston (Reino Unido).
